Por eso, para el reto de este mes, que mejor que unas fresas para realizar nuestras recetas? No se puede empezar mejor el primer reto del año con esta fruta tan deliciosa!
Las fresas y los fresones crecen en el fresal, planta que pertenece a la familia de las Rosáceas y al género Fragaria. Esta familia incluye más de 2.000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles distribuidos por las regiones templadas de todo el mundo. Las principales frutas europeas, además del rosal, pertenecen a esta gran familia. Las fresas y los fresones son unas de las frutas más apreciadas y evocan el inicio de la primavera.
Se conocen en el mundo más de 1.000 variedades de fresón, fruto de la gran capacidad de hibridación que tiene esta especie.
Según las variedades, los fresales florecen desde finales del invierno hasta principios del verano, por lo que los frutos maduran durante toda la primavera y bien entrado el verano; desde el mes de marzo hasta julio. Estas frutas desprenden un perfume inconfundible cuando se encuentran en su punto óptimo de consumo que les hacen reconocibles a distancia. El calor, el transporte y la humedad son sus mayores enemigos, deteriorándose con suma facilidad debido a su estructura delicada, tierna y poco consistente.
Elección y conservación
A la hora de elegir las fresas y fresones, hay que asegurarse de que sean frutas gruesas, brillantes y de apariencia fresca, ya que son alimentos muy delicados y perecederos. No hay que dejarse influir por el hecho de que pesen poco o porque los extremos de sus pedúnculos sean más claros. Deben comprarse con los tallos intactos y no se han de retirar hasta que se hayan lavado para mejorar su conservación. Para obtener todas las cualidades de la fresa, se aconseja consumirla el mismo día de la compra. Si no es posible, ésta debe ser refrigerarlas por un período no mayor a dos días. Es mejor almacenar esta fruta en la parte baja del refrigerador, envuelta en una capa de papel transparente para mantenerlas húmedas y así se evita, a la vez, que se impregnen con aromas de otros alimentos.
Si desea congelar las fresas, ésta debe dejarse entera o se puede espolvorear un poco de azúcar. Luego, se coloca en un recipiente plástico, procurando formar una sola capa repartida de manera uniforme. Se tapa y se lleva al congelador.
Propiedades nutritivas
Las fresas y los fresones son frutas que aportan pocas calorías y cuyo componente más abundante, después del agua, son los hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol). Destaca su aporte de fibra, que mejora el tránsito intestinal. En lo que se refiere a otros nutrientes y compuestos orgánicos, las fresas y los fresones son muy buena fuente de vitamina C y ácido cítrico (de acción desinfectante y alcalinizadora de la orina, potencia la acción de la vitamina C), ácido salicílico (de acción antiinflamatoria y anticoagulante), ácido málico y oxálico, potasio y en menor proporción contienen vitamina E, que interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad. La vitamina C tiene acción antioxidante, al igual que la vitamina E y los flavonoides (antocianos), pigmentos vegetales que le confieren a estas frutas su color característico. La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El ácido fólico interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Usos culinarios
Las fresas se cultivan sobre todo por su uso en la gastronomía. La fresa es una fruta del bosque adecuada en regímenes dietéticos, dado que tiene escasa concentración de glúcidos. Se consumen solas o mezcladas con azúcar, azúcar y vino, azúcar y nata, zumo de naranja, en helados, mermeladas y también son muy apreciadas en repostería como dulces, pasteles y tartas. Su color rojo vivo da un toque especial como adorno alimenticio. Con la fresa también se hace una bebida alcohólica compuesta de aguardiente denominada licor de fresas.
También podemos encontrarlas, aunque no es tan habitual, en la preparación de platos salados. Por ejemplo, en ensaladas, gazpachos...
Espero que os guste el ingrediente de este mes tanto como a mí! Espero vuestras recetas!
Recordad que si ya tenéis alguna receta elaborada anteriormente con este ingrediente también me podéis dejar el enlace!
Un saludo.